diumenge, 3 de juliol del 2011

INTERNACIONAL - Itàlia rebutja per referèndum les energies renovables

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, sufrió un nuevo revés político en las urnas, donde los italianos votaron en referéndum contra la vuelta a la energía nuclear. A pesar de que desde las filas del Gobierno se había promovido la abstención, la participación del referendum alcanzó el 57%.
El primer varapalo para el político conservador llegó ya con los datos de participación en las consultas, celebradas entre el domingo y el lunes, que se situó en el 57%, con lo que se superaba el quórum del 50% establecido por la ley para que fueran vinculantes.Y es que desde las filas del Gobierno, con Berlusconi a la cabeza, se había promovido la abstención para evitar la validez de unos referendos en los que se decidía sobre dos temas primordiales para el Ejecutivo y sus problemas con la justicia, como la vuelta a la energía nuclear y la inmunidad ante los tribunales.
El segundo golpe fue la aplastante victoria del sí a la derogación de las leyes sometidas a consulta, ya que más del 95 por ciento de los votantes se expresaron afirmativamente, según los datos facilitados por el Ministerio del Interior con más de la mitad de los votos escrutados.

Tras conocer los resultados adversos, Berlusconi, que ya había anticipado la derrota antes del cierre de los colegios electorales durante su encuentro con su homólogo israelí, Benjamín Netanyahu, subrayó que la voluntad de los ciudadanos "no puede ser ignorada". El jefe del Ejecutivo agregó que la voluntad de los votantes en los temas consultados es "clara" y que el Gobierno y el Parlamento tendrán que "aceptar plenamente" el resultado de las consultas.


La de hoy es la primera vez en los últimos 16 años que en Italia un referéndum de carácter abrogativo alcanza el quórum.
Además del "legítimo impedimento" y de la vuelta a la energía nuclear, los italianos también se pronunciaron y rechazaron en referendo la ley que abría las puertas a la privatización del agua y una parte de otra norma sobre tarifas del servicio hídrico.
La oposición se movilizó, durante todo el fin de semana con manifestaciones y conciertos para animar a los italianos a votar, sobre todo en el referéndum sobre la energía nuclear. Incluso los grupos ecologistas como Greenpeace o el episcopado católico apoyaron el voto en contra de la construcción de las centrales.

Los programas nucleares en Italia fueron cancelados en 1987, después de la catástrofe de Chernóbil, aunque Silvio Berlusconi intentó recuperarlos en el año 2010 con el llamado decreto "Omnibus", que en un principio permitía la construcción de centrales nucleares en el país.
Tras el desastre de la central japonesa de Fukushima, Berlusconi dio marcha atrás e introdujo en el decreto una moratoria de dos años, aunque la oposición aseguró que el mandatario tan solo pretendía evitar el referéndum. Finalmente, el Tribunal de Casación decidió que se celebraría la consulta popular porque el Gobierno no había cancelado definitivamente el programa nuclear en Italia.

Los ecologistas piden al Gobierno que tome ejemplo de Italia
Por su parte, las organizaciones ecologistas estimaron que el Gobierno de Rodríguez Zapatero debería "seguir el ejemplo de Silvio Berlusconi" de oír la opinión de los italianos que, en referendum, dijeron "no" (95 por ciento) a la energía nuclear en su mix energético.
Así, el portavoz antinuclear de Ecologistas en Acción, Paco Castejón, calificó de "excelente" el resultado del referéndum de Italia, porque es "vinculante" y exigió al Gobierno español "que tome nota de Italia".
Además, recordó que de acuerdo a los últimos datos publicados por el CIS denotan la "oposición mayoritaria de los españoles a la energía nuclear". De este modo, afirmó que el Gobierno "no puede ignorar una opinión como esa", ya que "ni siquiera el gobierno de Berlusconi la ha ignorado".
En todo caso, dijo que el referéndum es "una buena fórmula" si el gobierno no toma nota de lo que piensa la población, ya que insistió en que en España "consulta tras consulta, los españoles vienen diciendo no a la energía nuclear".
Asimismo, ha incidido en que el PSOE ganó las elecciones de 2004 y de 2008 con un programa que prometía el cierre de las centrales y que "decía no a la nuclear", por lo que Castejón opina que el Ejecutivo "no puede hacer caso omiso".
En la misma línea, el portavoz antinuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, añadió que el Ministerio del Interior italiano da por bueno el resultado de 94 por ciento en contra y un 5 por ciento a favor, algo que calificó de "victoria abrumadora". De este modo, pidió al Gobierno de Zapatero que "salga de su mutismo, cumpla su programa y de pasos concretos para cerrar las centrales nucleares". A este respecto, recordaron la decisión del gobierno conservador alemán y de Suiza, que pondrán fin a su programa nuclear.
Bravo pronosticó que el Gobierno dará estos pasos dependiendo de "lo inteligentes que sean: si lo son, darán pasos concretos y si no, clavarán más su pié en su propia tumba", porque "hasta Berlusconi adelanta a Zapatero en este caso". Igualmente, insistió en que en su programa el Gobierno prometía el cierre de las centrales por lo que, en su opinión, "lo que debe hacer es cumplirlo" y añadió que la Fundación Ideas —afín al PSOE— estudió y valoró que las centrales nucleares se pueden cerrar de aquí a 2016. "El Gobierno lo tiene estudiado, documentado y valorado. Que de pasos concretos mientras siga en el Gobierno", concluyó.
Mientras, el responsable de Equo, Juan López de Uralde, apostó por promover el referéndum como un "elemento de profundización democrática" y se mostró convencido de que si se realizara una consulta de este tipo en España sobre la energía nuclear, el resultado sería "similar" al de Italia.
De este modo, insistió en que "lo que es necesario es reclamar al Gobierno, sea el actual o el que venga, haga un referéndum sobre la energía nuclear" en España. Sobre el programa electoral del Gobierno, dijo que "no está muy claro lo que lleva o no, porque lo cierto es que no lo está cumpliendo su compromiso con la ciudadanía".
"Después de la decisión de Suiza, Alemania y ahora Italia, hay una corriente antinuclear en Europa que esperemos que también se extienda a España", apostilló.

ICV reclama un impuesto sobre la energía nuclear
Mientras tanto, la portavoz de ICV en el Congreso de los Diputados, Núria Buenaventura, registró en la cámara baja una proposición no de ley para reivindicar la implementación de un impuesto nuclear que afecte tanto a la producción de energía nuclear como al almacenaje de residuos radioactivos.
Para Buenaventura, "este tributo es imprescindible para conseguir una verdadera fiscalidad ambiental" y la medida "podría funcionar como palanca adicional para acelerar las decisiones empresariales y las políticas de cierre de las centrales nucleares".
"El cierre de las centrales depende de decisiones políticas y de las averías técnicas que puedan tener, que hasta ahora no son pocas", añadió Buenaventura, que celebró la decisión que el PSC "por primera vez sea favorable a la introducción de este impuesto".